Polémica por la colección ilustrada de Harry Potter: ¿El nuevo ilustrador está plagiando a Studio MinaLima?

Miraphora Mina y Leonardo Lima son los talentos creativos detrás de Studio MinaLima, el estudio que ha cautivado a los fanáticos de Harry Potter con su distintivo y encantador estilo gráfico, dejando una huella inconfundible en el universo cinematográfico de la saga al hacerse cargo del diseño gráfico que vemos en esas peliculas.

En el año 2020, el Studio MinaLima comenzó su relación con la editorial Scholastic, quien ostenta los derechos editoriales sobre los libros de Harry Potter en USA. La editorial les encargó el trabajo gráfico de los 3 primeros libros de una colección especial, ilustrada e interactiva. Sus portadas, tipografía y páginas interactivas son asombrosas, siendo uno de los productos más apetecidos de Harry Potter en la actualidad.

A pesar del notable éxito de esta colección, en el año 2024 el Studio MinaLima publicó un comunicado, explicando que la editorial Scholastic no comisionó el cuarto libro a MinaLima, por esa razón ya no continuan a cargo de los demás libros.

Comunicado de Studio MinaLima anunciando que no seguiría en
la Colección ilustrada e interactiva de Harry Potter para Scholastic.

Una noticia desalentadora para los coleccionistas, pues suponían que el reemplazo del estudio de diseño podría alterar la continuidad de la colección.

El pasado 19 de febrero, Scholastic anunció que el cuarto libro de esta colección especial ‘Harry Potter y el cáliz de fuego’ estará disponible el próximo 15 de octubre del 2025, de la mano del nuevo ilustrador a cargo: Karl James Mountford.

La portada y demás elementos gráficos reflejan una gran similitud con los diseños de los 3 primeros libros, cosa que ha generado polémica para los fanáticos del trabajo de MinaLima, quienes se han hecho notar con diversos comentarios de apoyo al estudio e insultos a la editorial y al nuevo ilustrador, a quién han calificado como “plagiador”. Incluso invitan a Studio Minalima a demandar por esto.

En Derecho Para Creativos te invitamos a analizar esta polémica, teniendo en cuenta los temas legales que podemos identificar: el estilo de los creadores, las obras por encargo y el plagio.

¿El estilo de un artista o creativo es protegido como propiedad intelectual?

No, el estilo por sí mismo no se protege como propiedad intelectual.

El estilo es una característica que como creativos podemos desarrollar para darle un toque distintivo a nuestras obras. Si alguien adopta nuestro estilo, no podríamos señalar a esa persona como “plagiador” o que me está robando propiedad intelectual porque no es cierto.

El estilo es una forma de hacer las cosas, como las técnicas que desarrollan para obtener un efecto artístico, las fórmulas matemáticas o métodos de trabajo, estos no son considerados propiedad intelectual por sí solas, más bien son recursos disponibles para todos al momento de crear.

Ten en cuenta que los creativos empezamos nuestro camino imitando el estilo de nuestro artista favorito. Si el estilo fuese una obra protegida por el Derecho de Autor, muchos de nosotros estaríamos vetados de la vida artística hace mucho y la historia del Arte no se habría desarrollado tal y como la conocemos, pues gracias a esa adaptación de estilos se han identificado escuelas artísticas, movimientos, tendencias, etc.

¿Qué pasa si un artista decide aportar su estilo a las obras creadas bajo encargo para sus clientes?

Cuando un creador es contratado para desarrollar una obra por encargo, los derechos patrimoniales sobre esa obra suelen transferirse al cliente a través del contrato firmado entre ambas partes. El autor conserva sus derechos morales, como el derecho a recibir los créditos como creador de la obra. Sin embargo, los derechos de comercialización y uso de la obra encargada serán exclusivos del cliente.

Si el autor decide aplicar su estilo en las obras creadas por encargo puede seguir aplicándolo en futuros proyectos, ya sean personales o para terceros, sin que esto afecte los derechos del cliente anterior. Lo que no puede hacer es reutilizar, modificar o crear obras derivadas a partir de la obra encargada.

Esto lo vemos reflejado en el caso de Studio MinaLima, cuyo estilo distintivo se refleja en todos sus trabajos. Un ejemplo claro es su colección de Cuentos Clásicos ilustrada para la editorial HarperCollins. En estos libros se pueden identificar elementos gráficos característicos de su estilo, los mismos que también están presentes en los tres libros que ilustraron para la saga de Harry Potter bajo el encargo de Scholastic, cosa que en ningún momento generó conflicto entre las editoriales.

Si analizamos con detalle el caso de Scholastic y Studio Minalima, debemos recordar que la editorial tiene los derechos sobre los libros de Harry Potter (en USA), por lo tanto, puede decidir si contrata a uno o varios estudios para trabajar en la colección.

¿Podemos hablar de plagio cuando un ilustrador usa un estilo característico de otro ilustrador?

En el caso de Scholastic y su cambio de ilustrador para la colección ilustrada e interactiva de Harry Potter podemos ver que no se trata de “plagio”. Te explicamos por qué:

En el sector creativo se le conoce como plagio al acto de llamarse autor de una obra creada por otra persona. Cuando una persona usurpa el rol de creador para asumir derechos morales y patrimoniales que no le pertenecen. Recordemos también que las obras son las creaciones protegidas por el derecho de autor. El estilo no es considerado como una obra.

Con esta definición, está claro que el nuevo ilustrador de la colección ilustrada de Harry Potter no está cometiendo actos de “plagio”.

De hecho, esta es una práctica muy habitual. A veces no se puede continuar con el mismo creativo en los proyectos, por lo tanto, el titular de derechos de una creación y obra contrata a otros creativos que sean capaces de continuar con la línea visual que ya se ha adoptado y con el paso de los años se hacen ajustes al estilo, esto lo vemos en el sector de los cómics, la animación, los videojuegos, etc, etc.

En conclusión:

Si el nuevo ilustrador de la colección mantiene el estilo visual de los 3 primeros libros no genera una vulneración a los derechos de autor de Studio MinaLima, porque el estilo no se protege como propiedad intelectual y no se está adaptando propiedad intelectual de MinaLima sino de Scholastic, el titular de los derechos sobre esos libros.

Cualquiera pensaría que, un estudio como MinaLima, con tanta influencia en el universo visual de Harry Potter podría tener una posición privilegiada para negociar el encargo de toda la colección en un solo movimiento. Pero si las cosas no se dieron así, lo más probable es que hubo otros intereses con mayor relevancia para la editorial, por ejemplo, el tiempo de producción o incluso el presupuesto.

Lastimosamente las negociaciones de estos proyectos solo dependen de los involucrados. Pero hay algo que sí podemos cambiar: la forma en la que están tratando al nuevo ilustrador.

Es una pena leer los comentarios ofensivos que escriben en las redes sociales al tratarlo como una persona falta de ética o que está “copiando” las obras de MinaLima al mantener el estilo de los libros anteriores.

Los fanáticos de Harry Potter que siguen el tema están insultando sin motivo suficiente a un ilustrador que únicamente está aceptando un encargo por el que le han pagado. Él no tiene la culpa de las decisiones tomadas por el titular de los derechos sobre el libro, a fin de cuentas es quien decide cómo llevar a cabo sus proyectos.

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