Hoy traemos cinco recomendaciones que podrás aplicar cuando un cliente te presente una propuesta interesante. También funciona cuando eres tú el interesado en trabajar con otros agentes de la cadena de valor de la industria creativa a la que perteneces, por ejemplo, otro artista con el que quieras hacer una colaboración, un inversor o un intermediario:
1. Identifica quién es la persona con la que vas a trabajar el proyecto
Lo primero que debes hacer es conocer quién es la persona que te ofrece un proyecto o te presenta una propuesta, porque estos datos te ayudan a confirmar si esta persona tiene la facultad de actuar en ese proyecto bajo el cargo o posición en la que se presenta. Comienza determinando si tu cliente, contratante o socio actúa a nombre propio o a nombre de una empresa u organización.
Si lo hace a nombre propio es bueno tener claro a qué se dedica, cuál es su locación principal, qué otros proyectos ha manejado, con qué otros creativos ha trabajado y cómo han resultado.
Si se presenta a nombre de una empresa u organización: debes saber si es una entidad privada o una pública, así como su nombre legal, su identificación (en Colombia tienen Número de Identificación Tributaria — NIT), cuáles son sus actividades principales y el nombre de su Representante Legal.
2. Ahora ten claro de qué se trata el proyecto y sus implicaciones
No es lo mismo trabajar para una persona que quiere una ilustración que adorne la sala de su casa a trabajar para una empresa que planea usar tu ilustración como parte de su identidad corporativa.
Revisa bien de qué va el proyecto, qué tendrás qué hacer, si lo van a comercializar debes saber si será en físico, en digital o ambos, también consulta si se traducirá, si se distribuirá a nivel nacional o internacional, entre otros detalles. Todos estos elementos influyen en la manera en la que vas a negociar y el pago que debes recibir.
3. Luego, revisa qué tipo de derechos patrimoniales se ven involucrados
El tipo de propuesta o proyecto te ayudará a entender qué clase de gestión necesitará la persona co la que vas a trabajar. Eso es lo que te dirá a ti qué tipo de derechos se ven involucrados. En pocas palabras: sin esos derechos no podrá hacer realidad el proyecto.
Por ejemplo: supongamos que una editorial está interesada en traducir al portugués para publicar en Brasil un libro que tú creaste y publicaste en español en tu país. Aquí estamos hablando de una propuesta en la que se ven involucrados principalmente 2 derechos patrimoniales de autor: el derecho de reproducción y el derecho de transformación.
Nota adicional: solo hablamos de los derechos patrimoniales porque son estos los que la ley permite que podamos ceder a otras personas naturales o jurídicas. Pero no podemos hablar de derechos morales (como autoría por ejemplo), porque según la ley estos derechos no pueden ser transferidos a otros, es decir que, el creador siempre será el titular de estos derechos.
4. Define: ¿Es necesaria una cesión o una licencia?
Ahora debemos pensar si el tipo de negocio te lleva a ceder de forma parcial o total tus derechos patrimoniales de autor sobre la obra en cuestión. O si por el contrario, solo será necesario pactar una licencia sobre tu obra.
En algunos casos los creativos se ven en la obligación de cumplir con la cesión total de los derechos patrimoniales de autor sobre la obra que han creado. Siguiendo el ejemplo mencionado anteriormente, esto ocurre cuando el proyecto se trata de crear por petición del cliente y bajo su dirección una obra gráfica que se utilizará por el cliente como parte de su identidad marcaria.
Pero en otros casos la otra parte no va a necesitar ser el dueño absoluto de los derechos sobre la obra, por lo que sería más práctico una licencia sobre la obra vinculada en un proyecto. Por ejemplo: cuando hablamos de la distribución digital de una canción de nuestra propiedad solo firmamos una licencia con la agregadora digital para que pueda subirla a las plataformas digitales de música como Deezer.
5. Finalmente: ¿El pago que recibes es equivalente al servicio que das?
Todas las recomendaciones anteriores nos llevan de forma natural a resolver este punto. Los elementos mencionados (cliente, tipo de negocio, derechos vinculados y cesión o licencias) ayudan a aterrizar la propuesta económica en cifras que correspondan al esfuerzo que le invierte el creativo.
Cada proyecto tiene un contexto específico, las recomendaciones que acabas de leer te ayudarán a ver el panorama completo que trae el negocio y así podrás acordar una remuneración por tu trabajo que sea directamente proporcional a todas las obligaciones que cumples como creativo.